domingo, 15 de junio de 2008

La libertad de expresión

Los derechos humanos son una serie de valores, exigencias morales básicas que puede plantear cualquier ser humano para que se le reconozca como persona. Por ejemplo, un ser humano puede exigir que no se le maltrate, que todos tengan dignidad y derechos por igual, que se le ayude a mantenerse con vida y salud, y...¿que se le permita opinar libremente?

La libertad de expresión es uno de los derechos humanos señalado en el artículo 19 en la Declaración Universal de Derechos Humanos que dice así:
Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de onvestigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio.

No obstante, el problema de la libertad de expresión es que muchas veces sobrepasa los límites permitidos y se confunde esta libertad con la posibilidad de insultar, amenazar e, incluso, incitar a la violencia, justificando que la libertad de expresión es un drecho y que, por lo tanto, tiene drecho a hacerlo.
Anteriormente, este derecho no existía, había una represión de la libertad de expresión. Estaba prohibido dar tu propia opinión, pues estabas sometido a la imposición de otros que se creían con más autoridad. Incluso actualmente, hay muchos países que no tiene este derecho, como por ejemlpo Chile. En Chile, el poder está, tanto en el gobierno como en los dueños de los medios editoriales. Estos determinan los movimientos de los periodistas, son manejados por el poder, ellos deciden lo que deben preguntar e investigar. Por lo tanto, manejan la información de la población. L a libertad de expresión es legal en Chile, pero para los periodistas no existe.

En conlusión, pienso que la libertad de expresión es fundamental siempre que se trate de dar tu opinión, ya sea compartida o no pero si respetada, siempre dentro de unos límites ya que, como he dicho antes, no deberían incitar a la violencia. Claro que las soluciones a este rpoblemas son pocas, pues nadie puede obligar a nadie a cambiar sus ideales y dejar de ser como es.

domingo, 18 de mayo de 2008

¿Egoísmo o altruísmo?-la fábula de las abejas de Manderville-

La persona egoísta sólo se interesa por sí mismo, desea todo para si misma. Esa persona ve el mundo exterior sólo desde el punto de vista de lo que puede obtener de él; carece de interés por las necesidades ajenas. No ve más que a sí misma; juzga a todossegún su utilidad. Incluso es básicamente incapaz de amar, pero...¿No prueba eso que la preocupación por los demás y por uno mismo son alternativas inevitables? Sería así si e egoísmo y el "autoamor" fueran idénticos. Pero no es así, ya es que no son idénticos, son realmente opuestos. Una persona egoísta no se ama demasiado, sino muy poco; en realidad se odia. Eso le deja vacío y frustrado.

Así es como yo relacionaba el egoísmo, como un enemigo de la felicidad, por decirlo de algún modo. No obstante, el egoísmo se puede ver desde otro punto de vista:

LA FÁBULA DE LAS ABEJAS DE MANDERVILLE:
Tenemos dos colmenas diferentes de abejas: A y B. La colmena A está gobernada por leyes del altruísmo y la colemna B, por leyes del egoísmo. Entonces nos cuestionamos...¿cuál de las dos colemnas será más próspera?
En la colmena A, las abejas si, bueno, alomejor trabajarán para conseguir alimentos, pero siempre habrá abejas que piensen:¿por qué me voy a matar trabajando si otra abeja lo puede hacer por mi?. O sea, aquí se producirá la redistribución de la comida. Pero claro, cada vez habrá más abejas que piensen del mismo modo: ¿para qué voy a trabajar si, al final del día, voy a recibir comida sin hacer nada a cambio?. Así, cada vez habrá menos abejas trabajando y no habrá sufieciente comida para todas.
En la colmena B, las abejas por supuesto que trabajarán, y siempre más y mejor, porque lo que hacen es para su propio beneficio. Aqui, las abejas piensan de otra forma:¿si yo no trabajo, no voy a tener comida ya que las abejas no van a compartir su comida conmigo? En la colmena B se puede hablar de incentivos: lo que sabemos que vamos a ganar después de un esfuerzo. Aqui todas se "pondrán las pilas" y todas trabajarán para tener más comida. Esta colmena será, sin duda, la más próspera.

sábado, 17 de mayo de 2008

No me importa mi vida ni le importa a nadie. ¿La salida? El suicidio

¿Por qué una persona puede atentar contra su propia vida y llegar a quitársela?
Ésta es una pregunta que nos planteamos cuando nos viene a la cabeza la palabra "suicidio". Inmediatamente pensamos que "algo" le ha pasado en su cabeza al suicida, y respondemos: "No estaría bien, habrá perdido la conciencia". Claro que hay personas que se quitan la vida en un momento de "no uso" de la razón, de locura. Desgraciadamente, también las hay que lo hacen conscientemente. Entonces, de estas últimas, decimos que ha perdido el gusto por la vida, que ya no tenía una razón para seguir viviendo. Pero, ¿no es posible que esa razón no la tengan porque nadie de su alrededor les haya ayudado a tenerla, a encontrarla?
No podemos vivir despreocupados del sufrimiento de los demás. La frase típica de "ése no es mi problema", además de falsa, es cruel: no hay problemas de las personas a las que conocemos que no nos incumben.
Por otra parte, ninguna existencia humana es un completo fracaso, como tampoco es un completo éxito. Siempre hay aspectos de ella buenos, otros regulares y, en efecto, también malos. Cuando por uno de estos últimos una persona descide acabar con su vida, es muy probable que lo haga porque sea el único que los demás han estimado y, al fracasar, ya no tiene sentido seguir adelante.
Pero...¿la vida humana tiene un sentido, o sólo tiene un final, la muerte?
A esta pregunta se han dado básicamente tres respuestas a lo largo de la historia de nuestra cultura:
  1. No hay sentido: nuestra vida y el mundo son un absurdo, y de lo que se trata es de soportar la existencia.
  2. Hay sentido hasta llegar a la muerte: la vida tiene sentido y valor, pero la muerte es el límite absoluto de la vida.
  3. Hay un sentido que va más allá de la uerte, hasta otra vida: lo que defienden las religiones.

No olvides nunca: lA aUtÉnTIcA VIDA huManA sE cOmpOne DE DoS DImENSiONEs. El MUNDO y YO. y NingUna de EllAS es PrEsCINdiBLe.

Moral y ética

La moral es cosa de la vida y, por eso, se expresa en el lenguaje de la vida cotidiana; la ética es reflexión filosófica sobre lamoral y utiliza métodos y lenguaje filosóficos.

No existe la moral, como existen la geografía o las matemàticas, sino una dimensión de las personas a la que llamamos moral. "Ser moral" es un quehacer, una tarea: ir adquiriendo unas costumbres, ir forjándose un carácter(un buen carácter) para idear nuestra propia vida.Hacernos a nosotros mismos.
A diferencia de los animales, cuya existencia está determinada por su propia naturaleza, es decir, que tienen su vida hecha, las personas somos seres naturalmente desorientados. Esto significa que nuestra naturaleza condiciona nuestro vivir, pero no la determina; por eso, necesitamos conducir nuestra vida y también construirla.. Aprender a vivir es, sin duda, el aprendizaje más importante de todos cuantos podeos realizar.

miércoles, 14 de mayo de 2008

¿Podemos desobedecer la ley?

*OBJECIÓN DE CONCIENCIA Y DESOBEDIENCIA CIVIL

Cuando de realiza una objeción de conciencia significa que se niega a cumplir determinadas leyes por motivos morales o religiosos. Ésta es un derecho y es legal, por estar en la propia ley (en un buen número de constituciones actuales).

El caso es diferente cuando se trata de la desobediencia civil, que se refiere a que los ciudadanos se opongan justificadamente a las leyes y no las cumplan.
La desobediencia no presenta ningún problema cuando las leyes las ha puesto un dictador, o cuando el procedimiento democrático no cumple las condiciones mínimas. Entonces estaríamos ante un autoritarismo, un abuso de la autoridad, y el derecho de resistencia estaría justificado.
La posibilidad de desobedecer al derecho dando argumentos sólo aparece como problema moral en un régimen democrático.


*LA DESOBEDIENCIA CIVIL EN LA DEMOCRACIA

La cuestión es...¿pueden existir, en alguna ocasión, razones morales para negarse a obedecer leyes vigentes en un Estado democrático de derecho?

Aquí estamos ante una diferencia clave entre la obligación moral y la obligación política, es decir, entre los derechos de las personas y los deberes de los ciudadanos.
Hay diferentes formas es que se puede dar esta desobediencia: la insumisión, la objeción fiscal, los cortes de carreteras.... Estos se pueden considerar como uno de los rasgos básicos del sistema democrático, ya que las razones que se dan para justificar su acción se remiten a los valores que legitiman el Estado de derecho.
La desobediencia civil es importante porque, por un parte, suele ser la última oprtunidad para corregir los errores de las leyes y también porque puede servir para presionar a una reforma política.

Es evidente que nunca puede existir la posibilidad legal de desobedecer al derecho. Po r lo tanto, desobedecer al derecho siempre será un delito, pero según se trate este delito tendremos un mayor o menor grado de democracia de cada país.

domingo, 9 de marzo de 2008

¿De verdad somos libres?

Todas las personas, en algún momento de su vida, tienen que tomar decisiones, elegir y comprometerse, acciones todas ellas que dan por supuesto que las personas somos libres de organizar nuestra vida como nosotros queramos. Pero, ¿esto es verdad? ¿No es cierto que, desde que nacemos, estamos sometidos a las normas que la sociedad y el Estado nos imponen, y a lo que mandan nuestros padres y profesores? ¿No es cierto que nacemos yacon unas características físicas y psicológicas determinadas?
Quienes contesten afiramativamente a las preguntas anteriores son deterministas, es decir, defienden que el ser humano no es libre, sino que está determinado en sus elecciones.
Sin embargo, el determinismo no explica por qué tenemos la convicción de que somos libres, ni justifica por qué nos sentimos responsables de nuestros actos, ni da respuesta sobre por qué existen la moral, el derecho, la religión y la política.

Lo primero que salta ala vista es que, mientras que los animales se comportan de la misma manera en las mismas situaciones, el ser humano presenta una veridad de comportamientos.
Está claro que la nuestra no es una sociedad sin límites: no elegimos en cada situación entre todas las posibilidades, sino sólo entre una parte de ellas. Lo que nos lleva a pensar que nuestra libertad está condicionada por la dotación genética, la sociedad en la que vivimos, la educación que recibimos, el momento histórico y la cultura a los que pertenecemos...
Sin embargo, condicionamiento no es determinación. Todos esos factores no anulan nuestra capacidad de tomar decisiones y de plantearnos posibilidades. Podremos realizar unas y otras no, pero nada nos impide pensarlas y, sobre todo, nada nos puede impedir adoptar las actitudes que creamos más oprtunas. En muchas ocasiones no tenemos control sobre lo que sucede, pero sí lo tenemos sobre cómo vivir eso que sucede. Y ésta es una dimensión de nuestra libertad que nada ni nadie puede arrebatarnos.

La felicidad

La felicida es el estado en el que uno siente que todo va conforme a lo que quiere. Pero inmediatamente nos preguntamos: ¿qué es lo que en realidad quiero hacer con mi vida?
Toda persona proyecta su propio plan de vida conforme a lo que cree que es su bien.
Por tanto, si nos fijamos sólo en los rasgos que diferencian a unas personas de otras, es lógico que haya casi tantas maneras distintas de ser feliz como personas hay en el mundo.

Felicidad y placer
¿Es correcto identificar la felicidad con el placer? Todos estaríamos de acuerdo en que experimentar placer es algo agradable, pero también en que hay casos en los que una persona se siente feliz sin gozar apenas de lo que habitualmente llamamos placeres. El placer consiste en "obtener una satisfacción sensible", mientras que la felicidad consiste en autorrealizarse, en llevar a cabo los propios proyectos de vida, cosa que a veces produce satisfacciones sensibles y, a veces, no.

Felicidad y bienestar
Estos dos términos, en realidad, no son sinónimos. Un mínimo de bienestar físico y psicológico es absolutamente necesario para ser feliz, pero las personas pueden tener a su alcancetodas las condiciones que constituyen el bienestar y, sin embargo, no sentirse felices. Esto puede ser debido a múltiples causas:
  • Miedo al aburrimiento: Muchas personas recurren a drogas, violencia... con tal de no aburrirse, pero a la larga no consiguen distraerles, y pueden acabar en la desesperación y el suicidio
  • Exceso de competividad: La persona que se entrega por completo a esa competición va descuidando la relación con sus seres queridos y al final se siente sola
  • Estrés: Es producto de las indecisiones, las preocupaciones y los miedos
  • Envidia: La persona no disfruta con lo que tiene, sino que sufre al pensar en lo que tienen los demás
  • Sentimiento de culpabilidad: Algunas personas tienen tendencia a pensar que son culpables de que les salgan mal las cosas o de los errores que cometen
  • Manía persecutoria: A veces sentimos que todos están en contra nuestra y que todo nos sale mal
  • Miedo al qué dirán: Miedo a qué dirán las otras personas como consecuencia de un acto hecho por la persona

A lo largo de la vida no hay más remedio que elegir unas cosas y dejar otras. Por eso, si elegimos bien tenemos mayores probabilidades de ser felices.

En resumen, para ser felices hemos de diponer también de otros ingredientes importantes como

  • Una determinada concepción del bien que nos permite trazar un determinado proyecto de vida.
  • Un mínimo de bienestar físico y psicológico.
  • Un cierto grado de autoestima, sentimiento de nuestra propia valía como personas.
  • Algo de ilusión, de entusiasmo, de interés por las personas y las cosas.
  • Un poco de suerte, porque puede ocurrir qu una persona no llegue a realizar susp royectos a causa de ciertos hechos desgraciados completamente imprevisibles

Tres modelos de felicidad

  1. Ser feliz es autorrealizarse, alcanzar aquellas metas que son las propias de un ser humano.
  2. Ser feliz es ser autosuficiente, valerse por sí mismo sin depender de nada ni de nadie.
  3. Ser feliz es experimentar placer y conseguir evitar el dolor

Según Aristóteles, todas las actividades humanas tienden a un fin. Estudiamos para obtener un título, y queremos el título para conseguir un puesto de trabajo y si seguimos preguntando "¿para qué?" acabaremos reconociendo un fin último de nuestros actos: queremos ser felices.